Aunque hoy parezca imposible hubo una vez en España una derecha de hombres buenos, que podían estrechar la mano al obrero y darle la espalda al banquero. Muchos, y no sólo los que hoy se dicen de derechas, deberían aprender de ellos.

Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
In Memoriam.