Siempre me ha parecido increíble el nombre de Hezbolá, adaptación fonética al español del árabe, حزب ال, Partido de Dios. Rajoy ha sido durante cuatro años el líder icónico de un partido de pretendida inspiración divina. Ahora, que ha descubierto que su organización es una criatura plagada de rabia se sorprende porque la vacuna no acaba de curar.
El odio de Aznar generó monstruos de sofá. Algunos pensaron que sólo eran fantasmas mediáticos, pero no, el barrio zombi de Salamanca, henchido de odio, quiere carne, horca, y tanques. No es improbable que a estas alturas a la Moncloa y a la Zarzuela estén llegando extraños mensajeros con una bandera blanca en una mano y una foto con una diana en la otra.
Quizá tenga que cambiar sus libros de cabecera, Don Mariano.
El odio de Aznar generó monstruos de sofá. Algunos pensaron que sólo eran fantasmas mediáticos, pero no, el barrio zombi de Salamanca, henchido de odio, quiere carne, horca, y tanques. No es improbable que a estas alturas a la Moncloa y a la Zarzuela estén llegando extraños mensajeros con una bandera blanca en una mano y una foto con una diana en la otra.
Quizá tenga que cambiar sus libros de cabecera, Don Mariano.