El año en imágenes
El Caso
Recuerdo cuando el mercado de Ciudad Real era un sitio oscuro, con paredes desconchadas, que apestaba a pescado. Todo eran gritos de gitanos vendiendo ajos y melones en las inmediaciones. Hoy ya es difícil ver a esos gitanos por ahí, aunque de vez en cuando se ve a alguna gitana con una carretilla llena de ajos y a un abuelo que veo venir de un pueblo en autobús muchos días y que vende serijos o espárragos -dependiendo de la época del año que sea-.
Cuando iba de crío al mercado con mi abuela los sábados comprábamos en el kiosco de la puerta El Caso. De hecho, fue el primer periódico que leí en mi vida junto con el Lanza del día después del sorteo de la lotería de la Navidad (que se leía comiendo chocolate con churros mientras se comprobaban los décimos).
Dicen que ahora los periódicos de papel están al borde de la extinción, pero yo creo que en realidad hace tiempo que se extinguieron. Los países, mundos, abecés, razones, y públicos de hoy no son otra cosa que domesticados boletines de novedades que ya piensan más en lo que hace Google que en lo que pasa en la calle -y para eso mejor no aceptar sucedáneos e ir a los que ya han nacido en la red-.
En España, el último gran periódico de papel fue El Caso, que servía para envolver bocadillos después de leerse y fue el último rastro de vida en el periodismo tras la caída de los periódicos de masas de la Segunda República, como El Sol. El Caso y El Lute, esos sí que fueron oposición al tonto del Ferrol.
No dejar de ver el vídeo que han dedicado al mito en Televisión Española ¿Dónde está el archivo de El Caso?
Cerdos y margaritas
Nunca dejará de fascinarme lo cerca que se suelen ver los cerdos de las margaritas.