Zurra. Ciudad Real. #fakeinstagram
Aquí os dejo la receta para hacer un fake de una aplicación que es un puro fake en sí misma: Instagram. Creo que a Francisco Gálvez, autor de un premonitorio artículo publicado en Soitu sobre fotografía de baja fidelidad, le interesará este pequeño experimento.
P.D. Las fotos fueron disparadas en la Zurra. Una fiesta de Ciudad Real en la que se combina un macrobotellón con el lanzamiento de vino a cualquier incauto que, como yo, se acerque a la explanada en la que se celebra. Tiene lugar el 31 de julio, en la celebración de la Pandorga. Un día antes de que se celebre también el Toro de Fuego, que fotografié el año pasado.
Receta
Ingredientes
Dos cámaras de fotos desechables del chino.
Vestir ropa que no te importe demasiado que te pongan perdida de vino
Elaboración
1. Se disparan las fotos intentando que no te caiga vino en la cámara.
2. Se revelan en una tienda de barrio (solicitando copias digitales del negativo).
3. Se procesan en Lightroom realizando un reencuadre de formato cuadrado (como el de Instagram).
4. Se suben a Instagram (con copia a Flickr).
Ingredientes
Dos cámaras de fotos desechables del chino.
Vestir ropa que no te importe demasiado que te pongan perdida de vino
Elaboración
1. Se disparan las fotos intentando que no te caiga vino en la cámara.
2. Se revelan en una tienda de barrio (solicitando copias digitales del negativo).
3. Se procesan en Lightroom realizando un reencuadre de formato cuadrado (como el de Instagram).
4. Se suben a Instagram (con copia a Flickr).
Una biblioteca inaugurada hace 7 meses por Sinde permanece casi cerrada
La ministra con José María Barreda durante la inauguración. Foto: Gabinete de prensa de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
@ramonpeco. El día 22 de diciembre de 2010 la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde inauguraba la nueva Biblioteca pública de Ciudad Real. Unas modernas instalaciones que llegaron con retraso pero que están situadas en un entorno privilegiado, el céntrico parque de Gasset de la ciudad. Sus 8.500 metros cuadrados convierten al edificio en uno de los mayores de toda la red de bibliotecas públicas del estado.
Hoy, poco más de medio año después de aquella inauguración, el visitante encuentra que la mitad de su superficie -la segunda planta del edificio- permanece cerrada y los libros que están en ella no se pueden consultar ni prestar. Tampoco es posible acceder a los puestos de lectura -en esa planta se ubican la mayoría de ellos- ni a muchos otros servicios. Por otra parte, en verano la biblioteca permanece cerrada a partir de las 3 de la tarde. En la propia puerta de la biblioteca y en un comunicado de la dirección del centro difundido en su web se explican las causas:
Aviso de cierre de la Planta Segunda de la Biblioteca por falta de personal.
Como conocen nuestros usuarios, la Biblioteca no ha podido, desde el momento de su apertura, realizar la puesta en marcha de todos sus servicios al público de forma íntegra, dado que no contaba con el personal suficiente para una adecuada prestación de parte de los mismos.
Esta situación, lejos de solucionarse, se ve ahora agravada por una reducción de los recursos humanos de los que dispone la Biblioteca, de modo que resulta imposible no solo la correcta prestación de todos los servicios, sino también realizar un control adecuado de los espacios que garantice la seguridad de fondos y usuarios en el uso ordinario del edificio.
Por este motivo, desde el 20 de junio, la Planta Segunda de la Biblioteca permanecerá cerrada al público, por tiempo indefinido.
Consecuentemente, no estará disponible ninguno de los servicios que alberga dicha sala:
· Uso de los puestos de consulta y puestos de acceso público a Internet situados en la Sala 2.· Préstamo y consulta de Sección local, Fondo antiguo y colecciones especiales.· Préstamo y consulta de Sección de Humanidades y Ciencias Sociales y Ciencia y tecnología.· Salas de trabajo en grupo.· Servicio de información y referencia.· Solicitud de documentos en depósito.· Reservas. Por otro lado, debido a motivos técnicos en la gestión automatizada de la colección, los materiales prestados no pueden ser reservados por otros usuarios, con la excepción de los Dispositivos Lectores de Documentos Electrónicos (eBooks), los cuales sí pueden ser reservados tanto físicamente en el mostrador de Hemeroteca como de forma online a través del catálogo web de la biblioteca.
Disculpen las molestias.
En definitiva, el principal centro cultural con el que cuenta una ciudad de 75.000 habitantes está prácticamente paralizado. No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que lo que ha sucedido es que en los más de 14 millones de euros invertidos en su construcción no se dedicó ni un euro a dotar a la biblioteca del personal necesario. Claro, que hay que tener en cuenta que descubrir una placa proporciona una foto al político de turno pero contratar a un puñado de funcionarios puede darle a uno mala prensa.
Al ser mucho mayores las nuevas instalaciones que las de la antigua sede de la biblioteca -que a pesar de su pequeño tamaño funcionaba más o menos bien- y no contratar al personal necesario la ciudad se ve desde hace muchos meses casi desposeída de uno de sus servicios públicos más esenciales.
Tampoco hay que ser muy perspicaz para entender que la excusa que darán los responsables de semejante situación es la crisis económica. La gestión del centro corre a cargo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Son de sobra conocidos los problemas presupuestarios de la comunidad, sobre todo desde que María Dolores de Cospedal los haya aireado a bombo y platillo sin explicar de forma precisa de que forma los solventará.
Estaría bien saber si la actual presidenta de Castilla-La Mancha -que ha manifestado su intención de mantener intactos los servicios públicos esenciales- tomará cartas en el asunto con la misma celeridad que lo ha hecho para poner a su hombre de confianza, Nacho Villa, al frente de una televisión y una radio pública que dijo que privatizaría en la campaña electoral. Aunque desde que ha llegado al poder parece que no insiste tanto en aquella promesa.
Tampoco estaría mal saber que opina de todo el desaguisado la ministra de Cultura. Tener en la UCI a la infraestructura más esencial de una ciudad para acceder a la cultura y criminalizar, a la vez, el acceso a esta a través de la red parece, como poco, incongruente. Sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de sus usuarios son jóvenes que estudian o que están en paro, esos a los que muchos medios llaman peyorativamente generación ni-ni.
Campo de fuerza
El día amanece congelado. Un pesado cansancio, denso como el terciopelo, se aloja aún en las almas.
Termina la hora de mi guardia. Es el momento de volver. Desciendo por la calle ancha. Veo a mis pies la hoz y me siento atraído por el sol que la ilumina. Parece explicar algo importante. Sus rayos me conducen cuesta abajo, hacia un aire limpio y helado, de otra época. La ciudad se muestra deshabitada en mi descenso. El astro me guía por los arrabales solitarios contándome que la ciudad no pertenece a nadie. De los que la forjaron sólo quedan leyendas. Los que pasamos por estas calles ahora somos intrusos, espectros que pisamos un recuerdo de piedra. Lo saben las brujas cansadas, los fantasmas alcohólicos y los místicos deslumbrados que de vez en cuando se dejan ver. Pero están mudos.
Sólo los ojos de los gatos callejeros revelan algunas pistas del plan con el que se moldeó la isla de roca. Me siento en un banco dejándome llevar por la luz y escucho. No oigo nada, el silencio es abrumador. La atmósfera está tan limpia que los ojos se quejan de la nitidez con la que se impone el cercano horizonte de piedra. Afino el oído y por fin percibo algo. Es un sonido leve, equívoco. Pero no es una ilusión. Giro la cabeza buscándolo y lo encuentro: las hojas de un árbol cercano caen balanceadas por una suave brisa.
Me marcho en busca del presente. Un panadero somnoliento me vende su mercancía y retorno al tiempo. He salido del campo de fuerza.
Escrito el viernes, 26 de noviembre de 2010. Corregido el sábado, 23 de abril de 2011
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