Ramón Peco

My house, originally uploaded by desdetasmania.blogspot.com.

A fuerza de olvidarnos de lo verdaderamente importante hemos acabado pagando la barra de pan y la leche a un euro. Ya me olía yo que esto de las tiendas de gourmet tenía que acabar mal. Con el dinero de los pisos fantasma las tiendas de barrio las tomaron los chinos, o peor: se convirtieron en esa horterada llamada tiendas de delicatessen.

Ahora resulta que a la hipoteca la llaman basura y nos han colado el aceite en botellitas de cinco euros que llevan el autógrafo de un cocinero chiflado. ¿Las garrafas de oliva? hay que pagarlas con la tarjeta del Corte Inglés, a plazos. Es lo que pasa con eso de pensar que se come por la boca en vez de por los ojos, que ahora ya no tenemos más que una mierda, muy bonita eso sí, en el plato. Bueno, ya lo dice el Gobierno, aunque no se si en plan metáfora: Come conejo.

Por otra parte, los GPS y otras chorradas chipeadas no paran de bajar, tanto como sube el barril de Brent. ¿Se acuerdan de Vicente? Sí, ese el que vendió el coche para comprar gasolina. Somos tontos, eso por descontado, la pregunta ahora es ¿tenemos remedio?

GOOGLE TRANSLATION

By dint of forget what is really important we finish paying for the loaf of bread and milk to one euro. And I smelled myself that this gourmet shops had to end badly. With the money from the ghost-story shopping district took the Chinese, or worse: that became known horterada delicatessen stores.

Now it turns out that the mortgage is called garbage and we have crept oil in small bottles of five dollars bearing the autograph of a cook chiflado. Do carafes oil? Must be paid with the card to El Corte Ingles, deadlines. It is what happens with that thinking that we eat by mouth instead of by the eyes, which now have no more than a shit, very pretty course, on the plate. Okay, says the Government, but not if a plan metaphor: Come rabbit.

Moreover, GPS and other chorradas chipeadas not stop down, as much as a barrel of Brent rises. Remember Vincent? Yes, that which sold the car to buy gasoline. We are fools, that of course, the question now is do we have a remedy?