Ramón Peco

Fotografías del primer fotógrafo que ha difundido imágenes de lo que está sucediendo en Bombay a través de Flickr.

Nunca he acertado a comprender porque en España no se hace un cine de terror digno que admiración a nivel mundial. Supongo que el problema es la gran lacra de la que adolece la España de hoy: avergonzarse de sus entrañas. La modernidad en este país es entendida básicamente como una importación de iconos transnacionales, por una parte, y como una adaptación de la mediocre iconología del nacionalismo español a un entorno plastificado y digital (DVD's sobre como cortar jamón), por otra. En el poco cine de terror que se ha hecho aqui sus autores se han limitado en la mayoría de los casos a copiar clichés anglosajones sin darse cuenta de que tenían el terror, en estado puro, mucho más cerca.

Acabo de escuchar en televisión a un periodista contar como una multitud en Marbella, a la que Jesús Gil repartía jamones, intentó lincharle cuando este ordenó que cargaran contra él. Nos lo tomamos a guasa porque no nos queda más remedio, porque la otra opción es un espantoso sobrecogimiento. Quien sepa narrar esa escena a la que aludo como lo que verdaderamente es tiene un filón por delante.

¿Quien mato al comendador? ¡Fuenteovejuna, Señor!

Pues eso.

Este mensaje está escrito antes de la comparecencia, prevista para la una de la tarde, del Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a propósito del atentado perpetrado por ETA esta mañana en la terminal T4 de Barajas. Es por ello, que estas líneas para bien o para mal, tienen la desnudez de lo que aún está en bruto. De la información que aún está estallando, sin haber sido todavía canalizada, encarrilada.

Ayer mismo Zapatero decía estar seguro de que dentro de un año estariamos mejor en lo que respecta al terrorismo. ¿Engañado? Ciertamente, ETA, el PP, todos le han engañado pero… el no debería haberse dejado engañar. Le faltó la chispa de la libertad para actuar, para tomar decisiones, aunque esto es tristemente normal en alguien que se encuentra rodeado de lobos.

La espiral del silencio sigue fuerte, aparentemente irrompible. Los halcones acaban de levantar el vuelo, un vuelo que se antoja largo pero que quizá sea el ultimo, aunque nadie sabe como terminará, probablemente mal para todos. Es lo que acaba sucediendo en casi todos los conflictos, que todos pierden. Los que venden tristeza se van a forrar otra maldita vez con los aullidos del perro.