Ramón Peco

Esta fotografía, una de las que ilustran la entrevista publicada por El País a Zapatero con motivo de los 100 primeros días de Gobierno, me ha llamado profundamente la atención. Lo primero que sorprende de la imagen es que a nivel compositivo la regla de los tres tercios queda demolida. Zapatero, único elemento enfocado plenamente en la imagen, se encuentra en el centro por completo de la misma. La sensación de sosiego y soledad es apabullante en la fotografía.

Sin embargo, el hecho de que nuestro hombre se encuentre caminando hacia el frente, algo que queda acentuado por las líneas diagonales que marcan los árboles y farolas y por las líneas horizontales de las sombras de los árboles; con su característica sonrisa; y con las manos en los bolsillos da cierta imagen de autosuficiencia y relajación por parte del personaje.

Otro matiz importante de la foto es la luz. La fotografía parece haber sido tomada a última hora de la tarde, probablemente en torno a las ocho y media, lo que provoca cierta preponderancia de los tonos cálidos, aunque con una escasa saturación del color. La imagen, con la excepción del verde de los árboles, es prácticamente monocromática.

El fotógrafo no ha utilizado la luz artificial del flash de relleno, lo que crea un contraste de luz y sombra sobre el rostro de Zapatero. También es significativo el blanco reventado del fondo, de ese comienzo luminoso del camino que en el momento de la instantánea recorre rodeado de las sombras que proyectan los árboles.

El atuendo de Zapatero, con corbata pero sin chaqueta, es claramente el de alguien que se encuentra inmerso en el trabajo, aunque el hecho de que vaya con las manos en los bolsillos viene a representar que, pese a todo, hay cierta despreocupación en él.

Así pues nos encontramos con una foto en la que se dan elementos paradójicos: soledad, sosiego, mirada al futuro, contrastes dramáticos de luces y sombras, decisión, solemnidad, desparpajo. En definitiva, esta fotografía muestra a Zapatero y sus planes como un completo misterio impregnado de decisión y cierta despreocupación.

Velázquez, el gran pintor de la Corte madrileña, fue el primer artista en utilizar activamente el negro, en su caso valiéndose del sistema sustractivo (el blanco del lienzo se da ante la ausencia de pigmentos). Quizá intuyó que la Corte precisaba de ese color para ser retratada con precisión. También Goya, que utilizó la ciudad como escenario de algunas de sus pinturas negras, descubrio la importancia de este color para Madrid.

Hoy, la pantalla de Telemadrid está en negro. Otro enfrentamiento del Gobierno de Aguirre, esta vez con los trabajadores de este canal manipulado hasta la saciedad, ha dejado las pantallas así, sin emisión, sin color, negras. Exactamente en esta misma situación de oscuridad se encuentra Aguirre y su corte de déspotas e imbéciles de las ondas y de los escaños. ¿Otro principio de un fin?

Que alguien haga algo para que Madrid deje de ser capital de España y así la liberen de la maldición de austrias, borbones, francos, gallardones, y aguirres. Pobre ciudad.

La ciencia ficción es constantemente menospreciada. Es cierto que es un género explotado con las técnicas comerciales más burdas y producido masivamente para televisión, radio, internet, novelas, comics, y cine; lo cual lo convierte en blanco fácil para críticos y sesudos consumidores de cultura.

Uno de los argumentos para atacar al género suele ser el de encumbrar a películas como Blade Runner, reconocer el impacto emocional de la primera trilogía de Star Wars, hablar de 2001 en plan psicológico, y vanagloriar el experimento de Orson Welles con lo de la emisión de la guerra de los mundos. Tras la enumeración muchos vienen a encogerse de hombros diciendo: "Bien, pero ahí termina todo".

Pues para los que piensan que ahí no termina todo recomiendo muy vivamente ver la adaptación actual de la antigua serie "Galáctica, estrella de combate". Cierto es que la televisión es la televisión pero esta serie, a la que le faltan 10 capítulos para finalizar, es la creación de ciencia ficción para la caja tonta más avanzada que he visto. La serie, advertencia, gana en calidad según avanza.

A propósito, esa rubia despampanante de la fotografía es un cylon.