Periodista y fotógrafo

Cowboy I


Time Machine, originally uploaded by desdetasmania.blogspot.com.

El Cowboy toca el banjo en el Evangelio de Pasolini y te advierte de que tu cara no está como debe. El Cowboy cuida de ti, pero sus métodos son tan duros como las grietas de sus manos. El Cowboy cuida de ti encerrando a los carniceros de guante blanco entre cuatro paredes, vigiladas por un oso y tres ovejas. Cuando hay sequía en el monte el Cowboy dirige a los jabalíes hacia los pasillos de la mansión del carnicero, donde ha colocado palancanas llenas de agua. El carnicero teme al jabalí. No es carne de granja, es carne salvaje, y esa no la sabe trabajar. El carnicero mira con temor por la ventana de su casa, en la calle Garibaldi de Buenos Aires. Teme al Cowboy, sabe que está cerca, observándole con sus ojos de halcón.

Una nube de humo se alza sobre Stuttgart, el Cowboy ha incendiado Stammheim y ahora va a por Disneyland Paris. No hay tiempo de construir avenidas. Las barricadas están ya en pie en el barrio latino y las viejas lanzan macetas a los gendarmes. Arde París.

El Cowboy cuida de ti.

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Oda al decimal periódico mixto-místico-cuántico


Sintonía, originally uploaded by delia2d.
Sólo para tus ojos, para tus delicados ojos, te presto este cristal envenenado de fotones.

Eleva un bit binario a uno cuántico y ya está: ya estás aqui, y alli, y no, y si, y no...

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La Milana Bonita

La Milana Bonita

¡Que arde el Molino! ¡El Molino está ardiendo! Gritas porque necesitas un nudo que haga justicia, un nudo de hierro que acabe con el que a hierro fulmina; la horca que redimió a la niña chica. ¡Ven Zacarías!, ¡quema la iglesia!, ¡baila con los huesos del Santo!, que si Santo de verdad es te lo agradecerá. ¡Aprieta fuerte Zacarías! Aprieta el nudo con tus manos agrietadas de orín. ¡Grita niño grande!, di que eres la Mano Negra, asusta al Cortijo, que sus paredes se conviertan en ruinas. ¡Tira fuerte Zacarías!, haz que el viento negro de la noche sea más oscuro aún. Mira a la Milana, a la Milana bonita, que ya viene a tu hombro. Mira a la Milana, a la Milana bonita, ya vino a ti.

Su Hombre en Tasmania

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Ramón Peco. Con la tecnología de Blogger.

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