Periodista y fotógrafo

Nueva Izquierda


Ivan (FLICKR)

Acaban de imputar a Diego López Garrido, secretario de Estado para la UE, por prevaricación y malversación de fondos públicos.

El otro día, en El País, preguntaban al ya ex secretario general del PCE, Francisco Frutos, sobre la caída del muro de Berlín:
P. Se cumplen 20 años de la caída del muro de Berlín...
R. Yo no soy partidario de construir ningún muro.
P. ¿Y de celebrar su caída?
R. No, no... yo no celebro esas cosas. Insisto: demagogias, las justas. ¿Y el muro de Palestina?
Y otro muro más: el de la política española. A un lado se encuentra la inmensa mayoría y en el otro todo el equipo de actores y tramoyistas que representan a diario la gran función circense de la política parlamentaria. La representación es cara, muy cara, y en ocasiones hay que tirar de la caja común para que el espectáculo se mantenga y los actores tengan buenos sueldos.

En la misma entrevista Frutos habla también de aquello que se vino a llamar Nueva Izquierda:
P. En la caída electoral de IU en estos 10 años, ¿qué parte de responsabilidad tiene el PCE, y el enfrentamiento personal entre usted y Gaspar Llamazares?

R. La caída empezó en 1999. Cometimos errores, pero hay que tener en cuenta que dentro de IU había varios topos: Diego López Garrido, Cristina Almeida... Decían que iban a construir algo diferente, la "nueva izquierda", y donde fueron a parar fue al PSOE. Las generales de 2000 fueron una derrota sin paliativos, yo lo dije esa noche. Y, de 2000 a 2004, IU hizo una política errática y se intentó marginar al PCE. Fue desastroso.
Hoy vemos en que consistía aquella refundación de la izquierda, en aquel paso de la política 'a secas' a la política-circo. Como dice Frutos... 'demagogias, las justas'.

Actualización 14/11/09 12:50 pm: Al parecer la asociación que demanda a Diego López Garrido es un nido de ultraderechistas. A pesar de ello la acusación huele mal. Fatal.
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VI Refundación, agitación y propaganda



Vuestro hombre en las antípodas comienza una nueva etapa en la red. El lema escogido para la sexta refundación del blog no es casual ni caprichoso: agitación y propaganda. Vivimos tiempos salvajes, duros, en los que los opresores de siempre parecen vivir tranquilos a pesar de la tragedia económica, social, y ética que han provocado.

Hubo un tiempo en el que aquel fantasma que recorría Europa utilizó una herramienta poderosa contra los opresores. La llamaron Agitprop. Los ingenieros políticos que se encontraban detrás de ella entendieron que el paradigma de la objetividad en comunicación era una creación de los que mantenían el status quo. No decantarse supone también no decantarse a favor del débil, del oprimido, del paria. La ecuanimidad es una forma de mentira muy sofisticada. No se puede ser distante frente a la injusticia.

El fantasma murió, pero no así algunas de sus creaciones. De hecho, las técnicas de Agitprop son hoy utilizadas por muchos que un día las aprendieron en la izquierda y hoy las usan en beneficio propio para instrumentalizar una sociedad cada vez más plagada de individuos anómicos.

Bienvenidos a la nueva etapa. Comienza la agitación.
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soitu.es, la leyenda

Nunca pude creer que Soitu un día cerraría, pues nunca he trabajado con gente tan audaz. Son malos tiempos para casi todo, pero ver morir a un medio es algo triste, muy triste. Sobre todo porque la democracia se construye con pluralidad y Soitu ha sido pluralismo en estado puro.

Me llena de orgullo mi participación en Vida Digital, Visto en la Red, El Selector, y la sección de Fotografía -que sigo coordinando aún hasta dentro de unos días-. He aprendido bastante desde que escribí mi primer artículo hasta que el otro día publiqué el último. Agradezco especialmente a Delia Rodriguez y a Borja Echevarría todo lo que he aprendido de ellos a través del chat, el teléfono, y mis visitas a la redacción de la calle Cochabamba.

Hoy me quedo con esta cita de Walter Rathenau, a la que siempre hecho mano en momentos difíciles:

Incluso la época del agobio es digna de respeto, pues es obra, no del hombre, sino de la humanidad y, por lo tanto, de la naturaleza creadora, que puede ser dura, pero jamás absurda. Si es dura la época en que vi­vimos, tanto más debemos amarla, empaparla de nues­tro amor, hasta que logremos desplazar las pesadas ma­sas de materia que ocultan la luz que brilla al otro lado.

Volveremos. Eso seguro.
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Ramón Peco. Con la tecnología de Blogger.

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